Como superar el duelo

¿Qué es el duelo?

El duelo es un proceso psicológico que se produce tras una pérdida, una muerte o un abandono, normalmente improvisto o indeseado, y es un proceso diferente para cada persona.

Dicho proceso suele ir acompañado de diferentes síntomas emocionales y físicos como: ansiedad, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza, shock emocional, etc.

El dolor por la pérdida se puede experimentar no solo por la muerte, sino cada vez que en la vida tenemos o vamos a tener menos de algo. Esto es, de una pareja, trabajo, vivienda, etc, En general, en el proceso de duelo se distinguen varias fases, escalones que hay que ir superando, aunque ello no significa que en todos los casos aparezcan todos.

Superando duelo

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Fases o etapas del duelo

Shock

Es la primera fase del duelo tras el fallecimiento, la ruptura o la pérdida, y se caracteriza por la desorientación y el bloqueo ante lo sucedido. En un duelo de una ruptura sentimental, este sentimiento puede ser más intenso en la persona que no ha decidido romper, en especial si no ha sido capaz de ver las señales previas, y le ha pillado por sorpresa. A nivel físico puede provocar insomnio, pérdida de apetito y apatía en el día a día, aunque no suele durar más de un mes.

Negación:

La incredulidad es la primera reacción ante un golpe de la vida. La negación es un escalón inevitable que hay que atravesar y del que finalmente hay que salir para digerir la pérdida. Negar es una manera de decirle a la realidad que espere, que todavía no estamos preparados. Frases muy habituales son “No puede ser verdad”, “cómo ha podido ser”, “no es justo”.

El impacto de la noticia es tan fuerte que dejamos de escuchar, de entender, de pensar. Puede suceder que en un primer momento el bloqueo sea tan grande que no podamos ni sentir. La negación tiene el sentido de darnos una tregua. Hay quien niega la pérdida o la ruptura, pero también hay quien aceptando precipitadamente la crudeza de la realidad, lo que en realidad trata es de negar el dolor.

Negociación:

Es el momento en que fantaseamos con la idea de revertir la situación, se puede llegar a pactar con quien haga falta hasta incluso con Dios prometiendo lo que sea necesario. En una pareja, se puede llegar a buscar al otro y humillarnos, con tal de recuperarlo/a. Esta etapa es breve porque estar pensando todo el día en soluciones es realmente agotador, tanto física como mentalmente.

Ira:

Lo primero que debemos de hacer con la rabia es reconocerla y aceptarla para poder sacarla fuera. La rabia tiene una razón de ser. Es pedir ayuda, nos impulsa a tomar otros caminos, cuando estamos en el fondo del pozo y nos hace tomar impulso para salir a flote. Es un arma para la supervivencia. Toda la rabia que se queda dentro, que intentemos negar o esconder nos acabará anclando a la pérdida, por lo que se recomienda exteriorizarla sanamente.

Tristeza:

La etapa más larga es la tristeza, donde se produce incertidumbre ante el futuro, vacío y un profundo dolor. La persona se siente agotada y cualquier tarea se vuelve complicada. “La vida no merece la pena”, “no seré feliz nunca”, “no encontraré a nadie igual” o “ya no volverá “  es lo que suele repetirse cuando la persona se está enfrentando a su dolor. Pero a pesar de que pueda pensar que esto no acabará nunca y que va a durar para siempre, la realidad es que solo desde este punto podrá volver a reconstruirse. Tras el primer impacto llega la tristeza por la pérdida, por los proyectos de futuro que no llegarán a ser y por todas las promesas que no se pudieron cumplir.
En los casos de ruptura, la falsa sensación de fracaso al sentir que no se ha podido mantener la relación puede ser muy desoladora. Esta nostalgia y la necesidad de aliviar la pena, hace que muchas personas se sientan tentadas a contactar con la expareja, lo cual suele ser contraproducente porque puede hacer que se queden ancladas en esta fase del duelo.

Aceptación:

Es el último paso del duelo. Nunca es fácil aceptar que lo que se perdió, se perdió y no hay vuelta atrás. Tenemos la alternativa de no aceptar, pero una vez llegados aquí nos damos cuenta de que si no lo hacemos el precio a pagar es muy alto. Llegar a este punto requiere de un gran trabajo. Se trata de aceptar que las piedras que vamos encontrando en la vida también forman parte del camino.
Sentirse “uno más” es una manera de devolver el duelo a su lugar y trabajarlo como un aspecto más de la vida, de ese proceso en que reconocemos que también la pérdida forma parte de la vida, de la misma forma que perdemos juventud, relaciones, lugares, seres queridos…..

El duelo patológico o duelo no resuelto

Se convierte en duelo patológico cuando después de un tiempo la persona sigue teniendo los mismos síntomas.

Es frecuente, que una pérdida no elaborada de forma adecuada de paso a problemas emocionales e incluso trastornos psicopatológicos al cabo de meses o incluso años.

Sin embargo, un duelo elaborado adecuadamente mejora las capacidades futuras para enfrentarse a las situaciones de pérdida, frustración o sufrimiento.

Un tema importante son los duelos en los niños, saber afrontarlos, hablarlos, no minimizarlos ni negarlos, porque la manera en que se enfrenten en sus primeros duelos les ayudará a crear esas capacidades futuras.

La expresión tanto a nivel social como familiar y personal de emociones acompañando a los sentimientos de pérdida y a la importancia de realizar rituales que ayuden a elaborar el proceso de adaptación a la pérdida, pueden evitar el desarrollo de duelos patológicos y facilitar el proceso de duelo natural.

Superando duelo

¿Cuánto tiempo dura el duelo?

Muchas personas se desesperan porque quieren olvidarse cuanto antes de su situación y dejar de sentirse mal rápidamente. Pero, la realidad es que una pérdida conlleva un proceso de duelo y como tal, requiere su tiempo. La duración de este proceso varía según cada persona y dependerá de factores como las herramientas emocionales de las que se disponga, las circunstancias de la pérdida, las características de relación, la personalidad de los implicados, etc.

Por norma más habitual, este tipo de duelos pueden tener una duración de entre seis meses y dos años, y durante este periodo las personas van transitando por las diferentes fases. En este punto es importante señalar que no todo el mundo atraviesa las distintas fases en el mismo orden y que es posible avanzar hacia una fase y después retroceder hasta la anterior.

Psicologo Superar Duelo

¿Cuándo deberíamos pedir ayuda profesional para superar un duelo?

  • Cuando te cuesta mucho hablar de la ausencia de la persona e incluso evitas hacerlo por todos los medios. Es normal que al principio nos duela mucho hacerlo, pero, pasado un tiempo, aunque nos resulte doloroso, podemos hablar de ellos, de los recuerdos que tenemos o de lo que le echamos de menos.
  • Cuando, aunque hayan pasado muchos años, has perdido la ilusión por vivir y te resulta muy complicado ilusionarte o alegrarte por alguien o por algo.
  • Cuando te invade una tristeza profunda y duradera.
  • Cuando estás especialmente irascible, todo te molesta o te incomoda ver bien a los demás. Estás enfadado con el mundo de manera persistente.
  • Cuando tratas de seguir viviendo la vida que tenías antes del fallecimiento, la pérdida o la ruptura, cuando intentas resistirte a afrontar la pérdida a través de rutinas o lugares que frecuentabais juntos, incluso aunque haya pasado ya mucho tiempo.
  • Cuando eres incapaz de deshacerte de su ropa o de objetos que ya no son útiles o conviertes la habitación en un lugar intocable sin alterar nada, tal y como quedó desde la pérdida. Esto suele pasarnos al principio, pero si se mantiene en el tiempo puede ser un indicador de que te has quedado atrapado en el proceso de duelo.
  • Cuando, a pesar de no querer hacerlo, te vienen a la mente flashbacks o recuerdos de todo lo ocurrido, sin que puedas evitarlo.
  • Cuando hay presencia de pesadillas de manera frecuente y repetitiva incluso habiendo pasado mucho tiempo.
  • Cuando tienes deseos intensos de morir o comienzas a obsesionarte y a sentir mucho miedo a la muerte.
    Si te sientes identificado/a con este tipo de síntomas es importante que busques ayuda profesional en un psicólogo especialista en duelo en Fuengirola para poder realizar las tareas del duelo que necesitas hacer y poder encauzar el proceso.